lunes, 16 de julio de 2018

UN HOMBRE AFORTUNADO

Un hombre mayor, que tenía ya olvidadas sus matemáticas, quiso solicitar un empleo para jardinero del ayuntamiento de su localidad.
La hoja del examen era similar a la siguiente:
Se puso el hombre a la tarea escribiendo:
Llegado este punto quiso contar las respuestas falladas, fue poniendo al lado de lo escrito el número de ellas:
Y la comenzó por abajo esta vez. Con lo que escribió:
Así, quedó su hoja de examen:
Ni que decir tiene que consiguió el empleo.
Su padre, al enterarse de lo ocurrido en el examen, comentó: “Si en la hoja del examen le ponen una tercera pregunta pidiéndole los cuatro puntos cardinales, también hubiera conseguido el empleo”.
Un amigo: ¿Por qué lo sabes? ¿Acaso tenía enchufe?
El padre: No, pero hubiera contestado "NO SE".

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