martes, 26 de julio de 2016

LA ARTRITIS

Un borracho que olía a alcohol por los cuatro costados se sube a un autobús y se sienta al lado de un cura.
Saca una botellita con aguardiente barato y se toma toda lo que queda de un solo trago.
Satisfecho, agarra el periódico que llevaba y se pone a leer.
El cura finge que el borracho no existe y disimula su incomodidad.
Al rato, el borracho se le queda mirando al cura y le pregunta: Oiga padre, ¿puede decirme qué carajo causa la artritis?
El cura, molesto, le responde en tono sarcástico: Ciertamente la vida profana, andar frecuentando mujeres mundanas, los excesos con el tabaco y el alcohol; esas borracheras que terminan en noches de putas y muchas más de esas basuras y porquerías.
¡Coooooño, vaya pa'laaaaaa mieeeeerda!
El cura al rato, pensando en lo que le dijo al pobre infeliz, se conduele y decide disculparse, diciéndole en tono comprensivo: Disculpe usted, no quise ser tan rudo, hijo mío, pero, ¿desde cuándo sufres de artritis?
¿Yoooo? ¡Nunca, padre! Sólo estaba leyendo este artículo del periódico que dice que el Papa sufre de artritis desde hace varios años.

martes, 19 de julio de 2016

LA NASA

Cuando antes de los 60 la NASA emprendió el lanzamiento de astronautas al espacio, advirtieron que sus bolígrafos no funcionarían en gravedad cero, ya que la tinta no bajaría a la superficie en que se deseara escribir.
Al cabo de 6 años de pruebas e investigaciones que demandaron un gasto de 12 millones de dólares, lograron desarrollar un bolígrafo que funcionaba en gravedad cero, debajo del agua, sobre cualquier superficie incluyendo cristal y en un rango de temperaturas que iban desde bajo cero hasta 300 grados centígrados.
Los rusos, por su parte, descartaron los bolígrafos y dieron lápices a sus tripulaciones para que pudieran escribir.

martes, 12 de julio de 2016

NO HABLE SIN PARAR DELANTE DE LA GENTE

Después de un largo y agotador día de trabajo, un señor se sentó en el asiento de su tren y cerró los ojos.
Cuando el tren salía de la estación, la mujer que estaba al lado sacó su móvil y empezó a hablar bastante fuerte: Hola mi amor, soy Susi, estoy en el tren. Sí, ya sé, estoy en el de las seis y media. No tomé el de las cuatro y media porque estuve en una reunión muy larga. Nooo, no con Leandro de personal, estuve con mi jefe. No mi amor, eres el único en mi vida. Sí mi amor, te echo tanto de menos cariño.
Quince minutos después, la mujer seguía hablando y hablando.
El señor, harto de oírla, se acercó a ella y con voz clara dijo cerca de su móvil: “Susi, apaga el teléfono y vuelve a la cama”.
(Susi nunca más usó el móvil en la vía pública)

martes, 5 de julio de 2016

APRENDER A PRIORIZAR

Una señora bien entrada en años estaba en la cubierta de un navío, agarrando su sombrero firmemente con las dos manos, para que el viento no se lo llevara.
Un caballero se aproxima y le dice: Perdóneme señora no quiero incomodarla, ¿pero Vd. se ha dado cuenta de que el viento le está levantando mucho su vestido?
Sí, pero necesito las dos manos para sostener mi sombrero.
Pero Vd. debe de saber que sus partes íntimas están siendo expuestas.
La viejecita miró para abajo y luego para arriba y: Caballero, cualquier cosa que se vea de aquí para abajo tiene 85 años. ¡El sombrero lo compré ayer!