lunes, 28 de septiembre de 2015

DIVORCIO RECIENTE

Una mujer recién divorciada, pasó el primer día muy triste empaquetando sus cosas en baúles y maletas y su mobiliario en grandes cajas. El segundo día vinieron y recogieron sus pertenencias y muebles. El tercer día se sentó en el suelo en el comedor vacío, puso música suave, dos velas, dos kilos de camarones, un plato de caviar y una botella de vino blanco muy frío. Cuando terminó de comer, desmontó todas las barras de las cortinas de cada cuarto, le quitó los tapones de los extremos y dentro le puso la mitad de los camarones, un poco de caviar y las colocó de nuevo con sus tapones de los extremos.
El marido se quedó con la casa con nuevos muebles y con nueva novia. Todo fue perfecto los primeros días. Lentamente, la casa empezó a oler muy mal. Hicieron de todo: limpiaron, y airearon toda la casa, los ventiladores fueron  revisados  por si había ratones muertos y las alfombras fueron lavadas. En cada esquina se colgaron perfumadores de aire, se gastaron cientos de botes de spray de olor, hasta pagaron para cambiar todas las alfombras de la casa. Nada funcionó.
Nadie volvió a visitarlos, los trabajadores se negaban a trabajar en la casa y hasta la sirvienta renunció. Finalmente, el marido y la novia tuvieron que mudarse ya desesperados.
Al cabo de un mes no habían encontrado a quien venderle la hedionda casa. Decidieron gastar muchísimo dinero comprando una nueva casa.
La ex esposa llamó al hombre para asuntos del divorcio y le preguntó que cómo estaba. El le contestó que bien, que estaba vendiendo la casa pero sin decirle las verdaderas razones.
Ella le escuchó con mucha calma y le dijo que ella extrañaba demasiado la casa y que hablaría con los abogados para arreglar los papeles con tal de que conseguir la casa de nuevo.
Él suponiendo que su ex esposa no tenía la menor idea del mal olor, aceptó la negociación por una décima parte del precio real de la casa con tal de que ella firmara ese mismo día.
Ella aceptó y en menos de una hora él le mandó los papeles para firmarlos.
Una semana más tarde el hombre y su novia se pararon en la puerta de la vieja casa con una sonrisa en los labios viendo como empacaban todos sus muebles y los metían en un camión camino a su nueva casa incluyendo las barras de cortina.
Moraleja: Los hombres deberíamos entender que las mujeres son inteligentísimas, invencibles, imparables e insuperables y para muestra unos simples cortineros bastaron.

lunes, 21 de septiembre de 2015

POR QUÉ DESPEDÍ A MI SECRETARIA

Un hombre le explicaba a otro por qué había despedido a su secretaria dos semanas atrás: Fue mi cumpleaños número 37 y no me sentía nada bien cuando me levanté esa mañana. Fui a desayunar sabiendo que mi esposa estaría contenta y me diría "Feliz Cumpleaños" y quizás tuviera un regalo para mí, pero ella ni siquiera me dio los buenos días. Dije para mis adentros, bueno, quizás mis hijos se acuerden. Los niños vinieron a desayunar y no dijeron una sola palabra. Cuando me fui a la oficina me sentía totalmente deprimido y para mis adentros pensé ni siquiera el perro se mostró agradecido, valiente chiste este de celebrar un cumpleaños más y a toda mi familia le importo poco. Al entrar en mi despacho, mi bella secretaria Jeanette, me dijo: "Buenos días jefe y feliz cumpleaños". Ahí me empecé a sentir un poco mejor, por lo menos ella sí se acordaba.
Después de innumerables reuniones y telefonazos, ya cerca de las dos de la tarde, entró Jeanette y me dijo: Sabe, hace un día precioso y además es su cumpleaños, ¿qué tal sí vamos a comer los dos solos, Vd. y yo?
Yo dije: Esta es la mejor cosa que he oído en todo el día.
Así que salimos, en vez de ir a comer al lugar acostumbrado, fuimos a un sitio "seguro" en el campo, un lugar mucho más privado. Comimos y nos tomamos varios martinis, la comida estuvo deliciosa, nos divertimos mucho.
De regreso a la oficina, ella dijo: ¿Para qué desperdiciar este ambiente? Mejor en lugar de volver a la oficina, le invito a mi apartamento en donde le podré preparar unos deliciosos martinis o lo que quiera.
Una vez dentro del departamento, puso música suave (por cierto, una de mis preferidas), la luz tenue y me dijo de manera prometedora: Si no le molesta, creo que voy a cambiarme de ropa y ponerme algo más cómodo, ahora vuelvo.
La dejé ir, no me molestaba eso. Entró en su habitación, cerrando la puerta a su paso, y a los seis minutos volvió cargada con un gran pastel de cumpleaños, seguida de mi esposa, hijos y algunos compañeros de oficina, todos ellos cantando "Cumpleaños feliz…", y allí estaba yo desnudo en la sala, sólo con los calcetines puestos (es que soy muy friolero).
¿No habrían hecho ustedes lo mismo?

lunes, 14 de septiembre de 2015

SER DE IZQUIERDAS O DE DERECHAS

Una universitaria cursaba el último año de sus estudios en la Facultad. Como suele ser frecuente en el medio universitario, la chica pensaba que era de izquierdas y, como tal, estaba a favor de la distribución de la riqueza. Tenía vergüenza de su padre que era de derechas y estaba en contra de los programas socialistas.
La mayoría de sus profesores le habían asegurado que la de su papá era una filosofía equivocada, por lo que un día ella decidió enfrentarse a él. Le habló del materialismo histórico y la dialéctica de Marx tratando de hacerle ver cuán equivocado estaba al defender un sistema tan injusto.
En eso, como queriendo hablar de otra cosa, su padre le preguntó: ¿Cómo van tus estudios universitarios?
Van bien, respondió la hija, muy orgullosa y contenta, tengo una media de 9, hasta ahora. Me cuesta bastante trabajo, no voy a las fiestas, no salgo, no tengo novio y duermo cinco horas al día, pero, por éso ando bastante bien, y voy a graduarme este curso.
Y a tu amiga Soledad, ¿cómo le va?
Bastante mal, Sole no creo que se gradúe porque tiene 4 de media, se va a bailar, pasea, fiesta que hay está presente, estudia lo mínimo y falta bastante a clase…
El padre, mirándola a los ojos, le respondió: Habla con tus profesores y pídeles que le transfieran 2,5 de los 9 puntos tuyos a ella.  Esta sería una buena y equitativa distribución de notas porque así las dos tendrían 6.50 y aprobarían las materias.
Indignada, ella le respondió: ¡Estás loco! ¡Me rompo  para tener 9 de media! ¡Te parece justo que todo mi esfuerzo lo pasen a una vaga, que no se preocupa por su carrera! Aunque la persona con quien tendría que compartir mi sacrificio sea mi mejor amiga. ¡No pienso regalarle mi trabajo!
Su padre la abrazó cariñosamente y le dijo: Bienvenida a la derecha.
Moraleja: Todos somos rápidos para repartir lo que es ajeno.
Pensamiento de A. Rogers (1931)
Todo lo que una persona recibe sin haber trabajado para obtenerlo, otra persona deberá haber trabajado para ello, pero sin recibirlo.
El Gobierno no puede entregar nada a alguien, si antes no se lo ha quitado a alguna otra persona.
Cuando la mitad de las personas llegan a la conclusión de que ellas no tienen que trabajar porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas, y cuando esta otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo, eso, mi querido amigo, es el fin de cualquier nación.
“No se puede multiplicar la riqueza dividiéndola”. Dr. Adrian Rogers, 1931.