lunes, 31 de marzo de 2014

LA AGENCIA TRIBUTARIA TOMA NOTA

Una vez acabado el año fiscal, la Agencia Tributaria envió un inspector de Hacienda para auditar los libros de una sinagoga.
Mientras los comprobaba, se giro hacia el rabino y le dijo: Observo que compraron un montón de cirios. ¿Que es lo que hacen con los restos de cera que gotean?
Buena pregunta -dijo el rabino-. Las vamos guardando y las devolvemos al fabricante, y de vez en cuando ellos nos envían gratis una caja de cirios.
¡Ah! -respondió el inspector, algo decepcionado con que su insólita pregunta hubiese tenido una respuesta tan buena, pero continuó con sus odiosas maneras-. ¿Que me puede decir sobre sus compras de galletas? ¿Qué hacen con las migajas?
Ah, sí -respondió el rabino, dándose cuenta de que el inspector intentaba ponerle en un aprieto con su absurda pregunta-, las recogemos y las devolvemos a los fabricantes, y de vez en cuando nos envían gratis una caja de benditas galletas.

Ya veo -respondió el inspector, estrujándose el coco para ver como poder sacar de quicio al sabelotodo del rabino-. Bien, rabino, y entonces, ¿qué es lo que hacen con los prepucios que van quedando de las circuncisiones que llevan a cabo?
Pues, tampoco desperdiciamos nada -respondió el rabino-. Lo que hacemos es irlos guardando y enviarlos a la Agencia Tributaria, y de vez en cuando, una vez al año más o menos, ellos nos envían un capullo completo.
El mayor placer de una persona inteligente es aparentar ser idiota delante de un idiota que aparenta ser inteligente.
Nunca discutas con un imbécil, te hará descender a su nivel y allí te ganará por experiencia.

lunes, 24 de marzo de 2014

CARTA DE UNA MADRE GALLEGA

Querido filliño:
Te pongo estas líneas para que sepas que te escribo. Así que si recibes esta carta es porque te llegó, si no, avísame y te la mando de nuevo.
El otro día tu padre leyó que según las encuestas, la mayoría de los accidentes ocurren a un kilómetro de casa, así que nos hemos mudado más lejos. La casa es preciosa; tiene hasta una lavadora que no estoy segura si funciona o no. Ayer metí ropa, tiré de la cadena y no he vuelto a ver la ropa desde entonces, pero bueno.
El tiempo aquí no es tan malo; la semana pasada sólo llovió 2 veces. La primera vez durante 3 días y la segunda durante 4.
Con respecto a la chaqueta que querías, tu tío Pepe dijo que si la mandábamos con los botones puestos pesaría demasiado y el envío sería muy caro, así que le quitamos los botones y los pusimos en el bolsillo.
El médico vino a la casa para ver si estábamos bien y me puso un tubito de vidrio en la boca. Me dijo que no la abriera por 10 minutos y tu padre se ofreció a comprarle el tubito.
Hablando de tu padre, qué orgullo, te cuento que tiene nuevo trabajo con cerca de 500 personas a sus pies. Lo han cogido de jardinero en el cementerio del pueblo.
Tu hermana Pilar, la que se casó con su marido, va a tener un hijo. Si el bebé es una niña, tu hermana va a nombrarla como yo. Se nos va a hacer muy raro llamar a su hija 'Mamá'.
Tu padre le preguntó a tu hermana que si estaba segura de que era de ella, y dijo que sí.
Por cierto, que tu primo Paco también se casó, y resulta que le reza todas las noches a la esposa, porque es virgen.
A quien nunca hemos visto más por aquí es al tío Venancio, el que murió el año pasado.
Y tu hermano Juancho cerró el coche y dejó las llaves adentro. Tuvo que ir hasta la casa por el duplicado para poder sacarnos a todos de dentro del auto.
Todos te extrañamos mucho, pero mucho más desde que te fuiste. Tienes que escribirnos contándonos que tal te va con tu nueva novia extranjera, no sabes como nos pusimos de contentos cuando nos dijiste que estabas en la cama con hepatitis. ¿Es acaso griega? Pues no nos lo aclaraste aún.
Bueno mi hijo, no te pongo mi dirección en la carta, porque no la sé. Resulta que la última familia gallega que vivió por aquí se llevó los números para no tener que cambiar de domicilio.
Tu madre que te quiere.
Tomasa Loureiro de Mougueriño.
P.D. Te iba a mandar 100 euros, pero ya he cerrado el sobre.

lunes, 17 de marzo de 2014

EL TUTEO

¿Conoce la diferencia que existe entre "tu" y "usted"?
El siguiente ejemplo ilustrará muy bien la diferencia.
El director general de un banco se preocupaba por un joven director estrella, que después de un período de trabajar junto a él, sin parar nunca ni para almorzar, empieza a ausentarse al mediodía.
Entonces el director general del banco llama al detective privado del banco y le dice: "Siga a López una semana entera, no vaya a ser que ande en algo malo o sucio".
El detective cumple con el cometido, vuelve e informa:
"López sale normalmente al mediodía, toma su coche, va a su casa a almorzar, luego hace el amor con su mujer, se fuma uno de sus excelentes habanos y vuelve a trabajar".
Ah, bueno, menos mal, no hay nada malo en todo eso, responde el director.
Luego el detective pregunta: "¿Puedo tutearlo, señor?".
Sorprendido, el director responde: "Sí, como no".
Y el detective dice: "Te repito: López sale normalmente al mediodía, toma tu coche, va a tu casa a almorzar, luego hace el amor con tu mujer, se fuma uno de tus excelentes habanos y vuelve a trabajar”.
¡VIVA LA GRAMÁTICA!
Que la gramática ayude en tu día a acentuar las alegrías. (Sarahva)

lunes, 10 de marzo de 2014

LOPEZDEBEGA

Ayer volví a sufrir una pesadilla: soñé que estaba corrigiendo ejercicios de la segunda evaluación. Se trataba de una prueba objetiva, antes llamada examen, sobre Don Quijote. La rutina de costumbre: aciertos, desconciertos, poca variación con lo ya observado en el aula. Pero allí estaba, aguardando para ponerme a prueba, el trabajo de cierto alumno, cuyo rendimiento a lo largo del trimestre aún no me había permitido formarme una idea cabal acerca de sus méritos.
Había yo planteado la primera cuestión, antes llamada pregunta, en los siguientes términos: Escribe el nombre del autor de Don Quijote. Me pareció un comienzo satisfactorio, suficiente para que fuesen entrando en calor y ganando en confianza mis educandos, antes de interrogarlos sobre arduas figuras textuales. Pero allí estaba, acechándome como el guarda al furtivo, la tremenda respuesta de mi alumno: Lopezdebega. No lo dudé un instante: taché la contestación y escribí "MD" en el margen, con trazo firme. Todo el mundo sabe que Don Quijote es obra de Cervantes. Además, escribir, Lope de Vega de aquella forma que el chaval lo había escrito mostraba un absoluto desconocimiento de lo más elemental de la Literatura y aún de la Ortografía.     
Pero, entre las brumas de mi pesadilla, vi cómo sobrevolaban mi cabeza, BOEs, Disposiciones Transitorias del Ministerio, Circulares, Recomendaciones del Gabinete de Orientación, Actas de la Comisión de Coordinación Pedagógica, Amenazas de la Asociación de Padres... y comencé a dudar. El alumno parecía errar el concepto, sí, pero eso de que Cervantes escribió el Quijote no deja de ser un acuerdo transitorio entre académicos y otros estudiosos. ¿Acaso sabemos con exactitud cuántas de las obras atribuidas a Shakespeare le pertenecen a ciencia cierta? ¿Existió Homero con carne de mortal? ¿Era Cervantes judío o bujarrón? ¿Sabemos siquiera qué día nació? ¿Qué sorpresas no nos separarán futuros estudios cervantinos? De modo que, ojo, no deduzcamos, así por las buenas, que el muchacho yerra en el apartado conceptual. Y mucho en el procedimental: el alumno contestó a la pregunta, escribió, incluso tuvo que leer o, al menos, escuchar en clase para llegar a la conclusión Lopezdebega. Es más: Lope de Vega y Cervantes fueron coetáneos, lo cual demuestra el poder asociativo del chaval respecto de los períodos históricos. No hablemos de ortografía: bien sabido es que el propio Cervantes llegó a firmar Cerbantes. Y ya la voz de García Márquez en la tinieblas de mi pesadilla: "No a la ortografíaaaa...!" Ni hablemos tampoco del terreno actitudinal: aquel chico había asistido al examen, se había sentado al pupitre, no me había insultado ni siquiera mirado con repugnancia. ¿No revela tal comportamiento una disposición positiva ante el mundo de la educación? ¿Acaso debería medirlo por el mismo rasero que a aquellos que acuden a mis enseñanzas bajo el efecto de alcoholes o psicotrópicos, o que no acuden, incluso, prefiriéndome en favor de las máquinas tragaperras y el naipe?
Taché el "MD" y escribí al lado "Suficiente". Pero de las oscuridades somnolientas surgían de nuevo Resúmenes de las Sesiones del Consejo Escolar, Emanaciones Dispositivas de la Jefatura de Departamento, Conminaciones de la Inspección de Enseñanza Secundaria, Contenidos Mínimos, Adaptaciones Curriculares... y seguí dudando. ¿A qué abismos abyectos se vería abocado mi alumno con tan exigua calificación? ¿No engendraría en él acaso un odio cerval a la literatura, capaz de arrojarle en brazos de la desobediencia a los mayores, el desprecio a las instituciones y quién sabe si al crimen? ¿Cuántas horas no habría invertido en el estudio del barroco, privándose de esparcimientos deportivos o del cultivo del amor adolescente? Taché de nuevo y escribí: "Notable". Lopedebega, notable. Un sueño reparador siguió a la pesadilla. Había cumplido con mi deber docente.
(Francisco García Pérez. La nueva España. 9-4-1998)

lunes, 3 de marzo de 2014

SABER ARGUMENTAR

María, una empleada doméstica, pidió aumento de sueldo y a la señora no le sentó muy bien tal solicitud.
Señora: María, ¿por qué crees que mereces un aumento de sueldo?
María: Hay tres razones: La primera es que yo plancho la ropa mejor que usted.
Señora: ¿Quién te ha dicho que planchas mejor que yo?
María: Su esposo, señora.
Señora: ¡Vaya por Dios!
María: La segunda razón es que yo cocino mejor que usted.
Señora: Eso es puro cuento, ¿quién te ha dicho que cocinas mejor que yo?
María: También su esposo, señora.
Señora: ¡Caramba con mi marido!
María: Y la tercera razón, la más importante, es que hago el amor mejor que usted.
Señora: (gritando y completamente descompuesta) ¿Mi esposo te ha dicho eso?
María: No, señora, de momento me lo ha dicho el jardinero.
(La señora le aumentó el sueldo)