lunes, 30 de junio de 2014

ENTRE JUSTO Y CORRECTO

Dos jueces del supremo se encuentran de frente a la salida del Hotel Palace.
Curiosamente cada uno de ellos iba con la mujer del otro.
Uno le dice al otro: Debido a la situación tan peculiar en la que nos encontramos, yo creo que lo correcto es que cada uno se vaya con su mujer en su coche a su casa ¿no cree?
El otro contesta: Estoy de acuerdo con usted en que eso seria lo correcto, pero no creo que fuera lo justo, porque usted esta saliendo del hotel y yo estoy entrando.

lunes, 23 de junio de 2014

CATADOR DE VINOS

En un almacén de vinos, el catador había fallecido y, el director, comenzó a buscar alguien que hiciera el trabajo.
Un oficial piloto de la Marina, borracho y sucio se presentó para solicitar el empleo.
El director se preguntaba como podía deshacerse de él.
Le dieron una copa de vino para que lo tomara.
El viejo piloto lo probó y dijo, “Es un moscatel de tres años, elaborado con uvas cosechadas en la parte norte de la región, madurado en un barril de acero, es de baja calidad pero aceptable". 
“Correcto”, dijo el jefe. “Otra copa por favor”.
"Es un cabernet, de 8 años, cosechado en las montañas al sur de la región, madurado en barril de roble americano a ocho grados de temperatura, le faltan tres años más para que alcance su más alta calidad”. 
“Absolutamente correcto. Una tercera copa”. 
“Es un champagne elaborado con uvas pinot blanc de alta calidad y exclusivas”, dijo calmadamente el borracho.
El director no lo podía creer, le hizo un guiño de ojos a su secretaria para sugerirle algo. Ella salió de la habitación y regresó con una copa de orina. El “alcohólico” lo probó. 
“Es una rubia de 26 años de edad, con tres meses de embarazo y, si no me dan el puesto, digo quién es el padre”.

lunes, 16 de junio de 2014

UN DÍA EN LA VIDA DE UN JUBILADO

La gente que todavía trabaja me pregunta a menudo que qué hago diariamente, ahora que estoy retirado.
Pues bien, por ejemplo, el otro día fui al centro y entré a un negocio a recoger un paquete que me había llegado; sin tardar en la gestión ni cinco minutos.
Cuando salí, un poli de tráfico estaba rellenando una infracción por estacionamiento prohibido. Rápidamente me acerqué a él y le dije: “Vaya hombre, no he tardado ni cinco minutos! Dios le recompensaría si hiciera un pequeño gesto para con los jubilados”. 
Me ignoró olímpicamente y continuó llenando la infracción. La verdad es que me pasé un poco y le dije que no tenía vergüenza.

Me miró fríamente y empezó a llenar otra infracción alegando que, además, el vehículo no traía yo no sé que calcomanía.
Entonces levanté la voz para decirle que me había percatado de que estaba tratando con un imbécil y no entendía cómo le habían dejado entrar en Tráfico.
Él, acabó con la segunda infracción, la colocó debajo del limpiaparabrisas, y empezó con una tercera. No me achiqué y estuve así durante unos 20 minutos llamándole de todo, desde idiota, hasta h. de p.
Él, a cada insulto, respondía con una nueva infracción. Con cada infracción que llenaba, se le dibujaba un sonrisa que reflejaba la satisfacción de la venganza.
Después de la enésima infracción... le dije: “Le tengo que dejar, porque ahí viene mi autobús”. 
Desde mi jubilación, ensayo cada día cómo divertirme un poco. Es importante hacer algo a mi edad, para no aburrirme.

lunes, 9 de junio de 2014

FÁBULA DEL TONTO

Se cuenta que en una ciudad del interior, un grupo de personas se divertían con el tonto del pueblo, un pobre infeliz de poca inteligencia, que vivía haciendo pequeños recados y recibiendo limosnas.
Diariamente, algunos hombres llamaban al tonto al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 50 céntimos y otra de menor tamaño, pero de un euro .Él siempre tomaba la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos.
Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, lo llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos y éste le respondió: “Lo sé señor, vale la mitad, pero el día que escoja la otra, el juego se acaba y no voy a ganar más mi moneda”.
Esta historia podría concluir aquí, como un simple chiste, pero se pueden sacar varias conclusiones:
La primera: Quien parece tonto, no siempre lo es.
La segunda: ¿Cuáles son los verdaderos tontos de la historia?
La tercera: Una ambición desmedida puede acabar cortando tu fuente de ingresos.
La cuarta, y la conclusión más interesante: Podemos estar bien, aun cuando los otros no tengan una buena opinión sobre nosotros. Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan los demás de nosotros, sino lo que uno piensa de sí mismo. 
Moraleja. “El verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser tonto delante de un tonto que aparenta ser inteligente”.

lunes, 2 de junio de 2014

QUÉ PODRÍA DECIR

Un granjero demandó a una empresa de autobuses por las lesiones que sufrió en un accidente.
En el juicio, el abogado de la empresa le pregunta: ¿Acaso no le dijo usted 'estoy muy bien' al policía que lo auxilió?
Déjeme explicarle lo que pasó. Yo llevaba a mi yegua en el remolque de la camioneta...
No le pedí detalles, limítese a responder a la pregunta. ¿Le dijo usted, sí o no, que estaba muy bien al policía que le ayudó?
Como le iba diciendo, llevaba a mi yegua en el remolque de la camioneta y de pronto apareció un autobús de su empresa...
Señor juez, estoy tratando de demostrar que esta persona le dijo que estaba muy bien a un policía, inmediatamente después del accidente. Ahora después de varias semanas, él demanda a mi cliente y eso se llama fraude. Por favor, dígale que responda la pregunta.
El juez le explica al abogado que está interesado en escuchar la historia del granjero y le pide a éste que continúe.
Pues, llevaba a mi yegua en el remolque de la camioneta y de pronto, en un cruce, me topé con un autobús que se comió la señal de stop y me embistió de lado. Yo quedé paralizado por el golpe y la impresión, pero escuchaba que mi yegua gemía como loca, presa del dolor. Unos minutos después, llegó la patrulla de policía y un agente se bajó alarmado por los gemidos de mi yegua. El policía la examinó y finalmente sacó su arma y le pegó un tiro en medio de los ojos. Luego, vino hasta mí y me dijo: "su yegua estaba muy mal y tuve que pegarle un tiro para que no sufriera", ¿usted cómo se siente?