lunes, 31 de agosto de 2015

BRINDEMOS

Un criador de gallinas entra en un bar, se sienta al lado de una mujer y pide una copa de champagne.
La mujer sonríe y dice: ¡Qué casualidad! Yo también pedí una copa de champagne!
El criador: Es que hoy es un día muy especial para mí, y estoy celebrando…
La mujer: Para mí también, hoy es un día especial. ¡Yo también estoy celebrando!
El criador: ¡Qué coincidencia! ¡Entonces brindemos! ¡Choquemos nuestras copas! ¿Y qué es lo que está celebrando?
La mujer: Mi marido y yo veníamos tratando de tener un hijo y hoy mi ginecólogo me dijo que estoy embarazada.
El criador: ¡Qué coincidencia! Soy criador de gallinas y durante años mis gallinas no eran fértiles. Pero hoy ellas están poniendo huevos fertilizados.
La mujer: Eso es estupendo. ¿Qué hizo para que las gallinas quedaran fértiles?
El criador: Usé un gallo diferente.
La mujer sonríe, brinda nuevamente y dice: ¡Pero, qué coincidencia!

lunes, 24 de agosto de 2015

CAMPAÑA ELECTORAL

Dos políticos, uno joven y otro más mayor, están de campaña electoral visitando organismos públicos.
En primer lugar visitan un colegio de un barrio periférico donde el director les dice: tenemos muchos problemas, por favor ayúdennos, la calefacción no funciona, el techo del comedor corre riesgo de derrumbe por las permanentes goteras, los sanitarios están casi todos rotos, nos faltan platos y cubiertos para el comedor por que se han ido rompiendo o perdiendo y lo más importante, nos gustaría tener algún vigilante por que hay muchos profesores amenazados y alguno ha sido agredido por algún alumno, en fin, la situación es insostenible.
Los políticos asienten y el mayor dice: desde luego sí que están ustedes mal, intentaremos arreglar estos problemas antes del inicio del próximo curso, intentaremos, pero no le prometo nada por que estamos en crisis y ya sabe como están los presupuestos...
Acto seguido van a una cárcel y el director: Tenemos problemas, por favor ayúdennos, una de las 320 televisiones de plasma no funciona, el agua sale caliente pero cuando se duchan varios reclusos a la vez le falta un poco de fuerza, 2 de los 34 canales de TDT se pixelan de vez en cuando, los fines de semana el acceso a Internet va algo más lento y lo más importante, con la parabólica vemos 486 canales, pero los de Digital+ no se ven por que son de pago y claro, nos perdemos los partidos de fútbol, las buenas películas y el Play Boy.
El político mayor: No se preocupen, ningún problema, les aseguro que la semana próxima todo estará solucionado, déjenlo en mi mano.
Al salir, el político joven le dice al mayor: Hombre, hay algo que no entiendo, no les promete nada a los del colegio, que están fatal, y en cambio a los de la cárcel les ha prometido que todos sus problemas se solucionarán pronto. ¿Por qué?
Y el político mayor le contesta: ¿Tú vas a volver al colegio?

lunes, 17 de agosto de 2015

LA MUJER MARCA LA DIFERENCIA EN LA RELACIÓN

Se cuenta que en una ocasión el presidente de los Estados Unidos, Barak Obama, salió a cenar con su esposa Michelle y decidieron dirigirse a un restaurante no tan lujoso como los habituales, ya que aquella noche querían hacer algo diferente y salir de la rutina.
Estando sentados a la mesa del establecimiento, el propietario se aproximó adonde se encontraban y pidió por favor a los guardaespaldas que le permitieran acercarse para saludar a la esposa del presidente. Y así lo hizo.
Al retirarse el dueño del establecimiento, Obama le preguntó a Michelle: "¿Cuál ha sido el interés de ese hombre en saludarte?"
Su esposa le respondió: "En mi adolescencia ese hombre estuvo muy enamorado de mí durante mucho tiempo".
El presidente le dice: "Eso quiere decir que si tú te hubieras casado con él, hoy serías la dueña de este restaurante".
Michelle le refutó: "No, cariño, si yo me hubiera casado con ese hombre, él sería hoy el presidente de los Estados Unidos de América".

lunes, 10 de agosto de 2015

JUBILACIÓN DE LUJO

Hace unos años, mis hijos y yo hicimos un crucero por el Mediterráneo a bordo del trasatlántico Sea Princess.
Durante la cena, vimos a una señora mayor sentada sola en una mesa del comedor. Vi que los empleados, oficiales, camareros tenían suficiente confianza con ella. Pregunté a nuestro camarero por ella esperando me dijese que era socia de la compañía, pero todo lo que me dijo es que viajaba a muy menudo en el crucero.
Una noche, saliendo del comedor, nos pasamos por su mesa para saludarla, tras presentarme: Parece que usa mucho los servicios de este barco.
Sí, es verdad.
¿Y siempre viaja sola?
Sí, y es más barato que una residencia.
¿Cómo llegó a esta conclusión?
Se lo voy a explicar y lo entenderá:
El coste medio de una residencia para personas mayores es de 80€ por día.
El precio en el Princess (hecha la reserva con tiempo y con la reducción para jubilados) es de 54€ por día.
Esto me deja 26€ por día para gastar como quiera.
Puedo dar propinas que nunca son mayores de 10€.
Puedo comer hasta 10 veces al día en el restaurante o utilizar el servicio de camarote, lo cual quiere decir que podré tomar el desayuno en la cama todos los días.
El crucero tiene tres piscinas, gimnasio, lavandería… gratis y espectáculo cada noche.
Me dan gratis pasta de dientes, y demás útiles de aseo.
Me tratan como  un cliente y no como un número. Un suplemento de 5€ en propinas pondrá todo el equipaje a tus pies.
Hago nuevas amistades cada vez.
¿La tele no funciona? ¿Hay que cambiar una bombilla…? Ningún problema lo reparan todo y hasta me dan excusas por la molestia.
Mantel y servilletas limpias a diario.
Si me caigo y me rompo un hueso, en una residencia dependerá de la Seguridad Social. Si el mismo accidente ocurre en el barco me dan la mejor cabina para el resto de mi vida.
Y ahora lo mejor. ¿Quiero ver Sudamerica, el canal de Panamá, Tahiti, Australia, Nueva Zelanda, Asia... o cualquier otro destino? Siempre habrá un barco listo para ir, así pues no me busque en una residencia para mayores, que estaré de crucero.
Por último. Cuando muera, tengo contratado y firmado por mi compañía de seguros y mi familia que me tirarán por la borda y sin gastos.

lunes, 3 de agosto de 2015

LAS GAFAS Y LAS BRAGAS

Mi amigo, de viaje por Madrid, sabía que su novia necesitaba unas gafas para la vista. Encontró la ocasión de comprarla unas muy bonitas y baratas en una óptica. Después de ver unas cuantas, se decidió y compró unas.
La dependienta las metió en una caja, se las envolvió y pagó la cuenta, pero al marcharse, en lugar de coger las gafas, cogió otro paquete muy parecido que había al lado, que contenía unas bragas, que seguramente alguna clienta de las que había en la óptica se acababa de comprar.
Mi amigo no se dio cuenta de la equivocación, así que desde allí se fue directamente a correos y le envió la caja a su novia adjuntando una carta. La novia recibió el paquete y quedo perpleja por el contenido, así que leyó la carta que decía:
Querida mía:
Espero que te guste le regalo que te envío, sobre todo por la falta que te hacen ya que no tienes ningunas, pues las otras que tenías llevabas mucho tiempo con ellas y estas son cosas que hay que cambiar de vez en cuando.
Espero que haya acertado con el modelo, la dependienta me dijo que eran la última moda y me enseñó las suyas que eran iguales. Entonces yo para ver si eran ligeras cogí y me las puse allí mismo. No sabes como se rió la dependienta, porque estos modelos femeninos en los hombres quedan muy graciosos y más a mí ya que sabes que tengo unos rasgos muy alargados.
Una muchacha que había allí me las pidió, se quito las suyas y se las puso para que yo viera el efecto que hacían; las vi estupendas, me decidí y las compré.
Póntelas y enséñaselas a tus padres, a tus hermanos, en fin, a todo el mundo a ver que dicen. Al principio te sentirás muy rara, acostumbrada a ir con las viejas, y más ahora que has estado tanto tiempo sin llevar ningunas. Si te están muy pequeñas me lo dices, y no las uses para salir a la calle pues todo el mundo iba a notar que te aprietan. Ten también cuidado de que no te estén grandes, no sea que vayas andando y se te caigan. Llévalas con cuidado no vayas a romperlas, y sobre todo, no vayas a dejártelas por ahí y las pierdas, que tienes la costumbre de llevarlas en la mano para que todos vean tus encantos.
En fin, para que te voy a encargar nada más; solo te digo que estoy deseando vértelas puestas. Este es el mejor regalo que podía hacerte, cariño.