martes, 29 de noviembre de 2016

APUNTAR ALTO

Un maestro quería enseñarles una lección especial a sus alumnos, y para ello les dio la oportunidad de escoger entre tres exámenes: uno de cincuenta preguntas, uno de cuarenta y uno de treinta.
A los que escogieron el de treinta les puso una “C”, sin importar que hubieran contestado correctamente todas las preguntas.
A los que escogieron el de cuarenta les puso una “B”, aun cuando más de la mitad de las respuestas estuviera mal.
A los que escogieron el de cincuenta les puso una “A”, aunque se hubieran equivocado en casi todas.
Como los estudiantes no entendían nada, el maestro les explicó: Queridos alumnos: permítanme decirles que yo no quería examinar sus conocimientos, sino su voluntad de apuntar a lo alto.
Cuando apuntamos a lo alto, estamos más cer­ca de nuestros sueños que si nos conformamos con pequeños objetivos.

martes, 22 de noviembre de 2016

PERSEVERANCIA

La historia dice que este hombre fracasó en los negocios y cayó en bancarrota en 1831. Fue derrotado para la Legislatura de 1832.
Su prometida murió en 1835.
Sufrió un colapso nervioso en 1836.
Fue vencido en las elecciones de 1836 y en las parlamentarias de 1843, 1846, 1848 y 1855.
No tuvo éxito en su aspiración a la Vicepresidencia en 1856, y en 1858 fue derrotado en las elecciones para el Senado.
Este hombre obstinado fue Abraham Lincoln, elegido presidente de Estados Unidos en 1860.
La lección es muy sencilla: sólo se fracasa cuando se deja de intentar.

martes, 15 de noviembre de 2016

CONSEJO CHINO

Un campesino chino, pobre y muy sabio, trabajaba la tierra duramente con su hijo.
Un día el hijo le dijo: Padre, ¡qué desgracia! Se nos ha ido el caballo.
¿Por qué le llamas desgracia? Veremos lo que trae el tiempo...
A los pocos días el caballo regresó, acompañado de otro caballo. ¡Padre, qué suerte!
Nuestro caballo ha traído otro caballo.
¿Por qué le llamas suerte? Veamos qué nos trae el tiempo.
Unos días más tarde, el muchacho quiso montar el caballo nuevo, y éste, no acostumbrado al jinete, se enfurecio y lo arrojó al suelo. El muchacho se rompió una pierna.
Padre, ¡qué desgracia! Me he roto una pierna!
El padre, retomando su experiencia y sabiduría, sentenció: ¿Por qué le llamas desgracia? Veamos lo que trae el tiempo.
El muchacho no se convencía de la filosofía del padre, sino que se quejaba en su cama.
Pocos días después pasaron por la aldea los enviados del rey, buscando jóvenes para llevárselos a la guerra. Vinieron a la casa del anciano, pero como vieron al joven con su pierna escayolada, lo dejaron y siguieron de largo.
El joven comprendió entonces que nunca hay que dar ni la desgracia ni la fortuna como absolutas, sino que siempre hay que darle tiempo al tiempo, para ver si algo es malo o bueno.

La moraleja de este antiguo consejo chino es que la vida da tantas vueltas, y es tan paradójico su desarrollo, que lo malo se hace bueno, y lo bueno, malo. Lo mejor es esperar siempre el día de mañana, pero sobre todo confiar en que todo sucede con un propósito positivo para nuestras vidas.

martes, 8 de noviembre de 2016

LA ÚLTIMA PALABRA

El alumno preguntó: ¿Unas últimas palabras de sabiduría que pueda transmitirnos?
El místico se quedó pensando unos instantes y: Podrán superar casi cualquier dificultad recordando dos frases.
¿Cuáles?
La primera: Lo que es, es. La segunda: Lo que no es, no es.
El místico prosiguió: Son muchos los que malgastan su tiempo concentrándose en lo que no es, habitan en cosas que no son reales. Si algo es real, si es, ya se trate de un sentimiento como la ira o un hecho como un descenso en las ventas, es una pérdida de tiempo desear que no lo sea. Lo que podemos hacer si algo es real, es aceptarlo tal como es, y después decidir si queremos emplear la energía necesaria en intentar modificarlo. Una vez decidido, hay que poner toda la energía en las acciones que emprender. Esto es básicamente todo lo que hace falta para tener éxito en los negocios y en la vida.