martes, 5 de junio de 2018

SEÑOR JUEZ

La siguiente historia es un paradigma de enredo familiar.

Su Señoría:
No culpe a nadie de mi muerte. Me quité la vida, porque en dos días más que viviera no sabría quién sería en este mar de lágrimas.
Verá Vd. señor juez, tuve la desgracia de casarme con una viuda, ésta tenía una hija.
Mi padre, que para mayor desgracia era viudo, se enamoró de la hija de mi mujer y se casó con ella.. De manera que mi esposa era suegra de mi padre, mi hijastra se convirtió en mi madre y mi padre al mismo tiempo era mi yerno.
Al poco tiempo mi madrastra trajo al mundo un varón que era mi hermano, pero era nieto de mi mujer, de manera que yo era abuelo de mi hermano.
Al correr el tiempo mi mujer trajo al mundo un varón, que como era hermano de mi madre era cuñado de mi padre y tío de su hijo. Mi mujer era suegra de su propia hija, yo en cambio, soy padre de mi madre, mi padre y su mujer son mis hijos y además yo soy mi propio abuelo.
Ya ve señor juez, me despedí del mundo porque no sé quien soy.
EL DESCONSOLADO.