lunes, 25 de agosto de 2014

JUDÍO, ÁRABE Y SUJETADORES

Un árabe va a la tienda de un judío para comprar sujetadores negros.
El judío, presintiendo buen negocio, le comenta que son raros y que hay pocos y le vende cada uno a 40 euros.
El árabe compra 6, y vuelve algunos días después para comprar 2 docenas más.
El judío comenta que las piezas cada vez son más raras de encontrar y se las vende por 50 euros unidad.
Un mes más tarde, el árabe regresa y compra lo que le resta al judío por 75 euros cada uno.
El judío, muy curioso, le pregunta qué hace con tantos sujetadores negros.
Responde el árabe: Corto el sujetador en dos y hago los sombreritos que usáis vosotros a 100 euros cada uno. 
(Así fue como empezó la guerra)

lunes, 18 de agosto de 2014

LA CIENCIA Y DIOS

(Hecho ocurrido en 1892, verdadero y parte de una biografía) 
Un señor de unos 70 años viajaba en el tren, teniendo a su lado a un joven universitario que leía su libro de Ciencias. El caballero, a su vez, leía un libro de portada negra. Fue cuando el joven percibió que se trataba de la Biblia y que estaba abierta en el Evangelio de Marcos.
Sin mucha ceremonia, el muchacho interrumpió la lectura del viejo y le preguntó:
Señor, ¿usted todavía cree en ese libro lleno de fábulas y cuentos?
Sí, pero no es un libro de cuentos, es la Palabra de Dios. ¿Estoy equivocado?
Pues claro que lo está. Creo que usted señor debería estudiar Historia Universal. Vería que la Revolución Francesa, ocurrida hace más de 100 años, mostró la miopía de la religión.
Solamente personas sin cultura todavía creen que Dios hizo el mundo en 6 días. Usted señor debería conocer un poco más lo que nuestros científicos dicen de todo eso.
Y, ¿es eso mismo lo que nuestros científicos dicen sobre la Biblia?
Bien, como voy a bajar en la próxima estación, no tengo tiempo de explicarle, pero déjeme su tarjeta con su dirección para mandarle material científico por correo con la máxima urgencia.
El anciano entonces, con mucha paciencia, abrió cuidadosamente el bolsillo derecho de su bolso y le dio su tarjeta al muchacho.
Cuando éste leyó lo que allí decía, salió cabizbajo, sintiéndose peor que una ameba. En la tarjeta decía:
Profesor Doctor Louis Pasteur.
Director General del Instituto de Investigaciones Científicas.
Universidad Nacional de Francia.
“Un poco de Ciencia nos aparta de Dios mucha, nos aproxima”.
Dr. Louis Pasteur.
P. D.: El mayor placer de una persona inteligente es aparentar ser idiota delante de un idiota que aparenta ser inteligente.

lunes, 11 de agosto de 2014

DON JORDI BUSCA UN CRÉDITO

Don Jordi: Bon día. Venía a solicitar un crédito. 
Empleado: Encantado de atenderle, don Jordi. ¿Qué cantidad quería solicitar? 
Don Jordi: Un euro. 
Empleado: ¿Cómo? Por favor, don Jordi, no es necesario solicitar un crédito por esa cantidad. Puede Vd. retirarlo de cualquiera de sus cuentas. ¿Se lo saco de su cuenta corriente o de su libreta de ahorro?Don Jordi: ¡He dicho que quiero que se me conceda un crédito POR UN EURO! Si no me lo conceden, cancelo la cuenta, la libreta, el fondo de inversiones y me voy a otro banco, ¡collons! 
Empleado: ¡OH, no, don Jordi, por favor! No me malinterprete. Desde luego no tenemos ningún inconveniente en concederle su crédito, faltaría más. Bien, ¿qué plazo desea? 
Don Jordi: Un mes. 
Empleado: ¿Un mes? Bien, como es un plazo corto le aplicaremos un interés de un 10%, y por ser Vd. uno de nuestros mejores clientes, se lo dejaremos en el 5%. ¿Le conviene? 
Don Jordi: Molt bé. Como garantía, quiero dejar el Mercedes. 
Empleado: ¿El Mercedes? ¡Pero, don Jordi! Por esa cantidad no es necesario que nos deje garantía alguna. Además, tratándose de Vd., sobra cualquier garantía. 
Don Jordi: ¡He dicho que quiero dejar de garantía el Mercedes! Si no me lo aceptan, cancelo la cuenta, la libreta, el fondo de inversiones y me voy a otro banco, ¡cony! 
Empleado: ¡Oh, no, don Jordi! ¡Por favor! Aceptamos con mucho gusto su garantía, claro que sí. Puede dejarlo en el parking de la oficina. Ahora, no tiene más que firmar aquí. Eso es. Muy bien, don Jordi. Muchas gracias y a su disposición. Hasta pronto. 
Don Jordi llega a casa y se dirige exultante a su mujer:
Don Jordi: ¡Montserrat! ¡Ya nos podemos ir de vacaciones! ¡Encontré parking vigilado para el Mercedes durante un mes, y por sólo 0,05 euros!