El
siguiente ejemplo ilustrará muy bien la diferencia.
El director general de un banco se preocupaba
por un joven director estrella, que después de un período de trabajar junto a
él, sin parar nunca ni para almorzar, empieza a ausentarse al mediodía.
Entonces
el director general del banco llama al detective privado del banco y le dice:
"Siga a López una semana entera, no vaya a ser que ande en algo malo o sucio".
El
detective cumple con el cometido, vuelve e informa:
"López
sale normalmente al mediodía, toma su coche, va a su casa a almorzar, luego
hace el amor con su mujer, se fuma uno de sus excelentes habanos y vuelve a
trabajar".
Ah,
bueno, menos mal, no hay nada malo en todo eso, responde el director.
Luego
el detective pregunta: "¿Puedo tutearlo, señor?".
Sorprendido,
el director responde: "Sí, como no".
Y
el detective dice: "Te repito: López sale normalmente al mediodía, toma tu
coche, va a tu casa a almorzar, luego hace el amor con tu mujer, se fuma uno de
tus excelentes habanos y vuelve a trabajar”.
¡VIVA
LA GRAMÁTICA !
Que la gramática
ayude en tu día a acentuar las alegrías. (Sarahva)
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