martes, 29 de marzo de 2016

LAS BOLSAS DE LA VIEJECITA

Una viejecita iba por la calle cargando dos grandes bolsas de plástico, una en cada mano.
Una de las bolsas tenia un agujero por el que, de vez en cuando, se caía un billete de 100 euros.
Viendo esto, un policía se acerca y: Señora, se le están cayendo billetes de esa bolsa.
¡Gracias por avisarme! Voy a volver para recogerlos.
¡Un momentito! ¡No tan deprisa! ¿De dónde sacó usted todo ese dinero? ¿No lo habrá robado, verdad?
¡Oh, no! Verá: el jardín de atrás de mi casa linda con el aparcamiento del estadio de fútbol y cada vez que hay partido y los fans quieren orinar antes de entrar en el campo, se paran frente a los arbustos que dan a mi casa y hacen pis sobre mis flores.
Entonces, yo me escondo detrás de los arbustos con unas tijeras de podar bien grandes y, cada vez que alguno saca su pilila  para hacer pis sobre mis flores, yo le digo: “¡Deme 100 euros o se la corto!”
¡Oiga, no es mala la idea! ¡Le deseo que siga teniendo buena suerte! Pero, dígame una cosa: ¿Qué hay en la otra bolsa?
Bueno… ¡No todos pagan!

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