martes, 13 de febrero de 2018

EL ECLIPSE DE SOL

EVOLUCIÓN DE UNA ORDEN.
En una zona de 300 km de longitud de Italia septentrional y central se pudo asistir a un eclipse total de sol. El fenómeno había movilizado a un número extraordinario de astrónomos, cinematografistas, fotógrafos y curiosos y contó casi en todas partes con un tiempo espléndido.
Ciertas poblaciones donde el panorama resultaría particularmente sugestivo, fueron invadidas por los turistas a tal punto que los hoteles no disponían ya de una sola cama.
Se puede asegurar que el oscurecimiento gradual del sol, la aparición de luces extrañamente violetas, el silencio y terror de los animales, el minuto y medio de tiniebla nocturna mientras que en el cielo se encendían de pronto las estrellas, y la reaparición del Astro Rey mientras entre la muchedumbre expectante estallaba un incontenible aplauso fueron todo un espectáculo y una fuente de emociones poco comunes.
Pero alguien ha considerado el eclipse desde un aspecto completamente distinto difundiendo un chiste; un chiste tan largo que a menos que los escribamos, no podremos recordarlo íntegramente: el título es algo así como “El eclipse de sol o la transmisión de las órdenes en la guarnición militar local”.
Orden inicial del coronel al comandante: “Mañana a las nueve y media habrá un eclipse de Sol, hecho que no ocurre todos los días, que formen los soldados en el patio en traje de campaña para presenciar el fenómeno. Yo les daré las explicaciones necesarias. En caso de que llueva, que formen en el gimnasio”.
El comandante al capitán: “Por orden del señor coronel, mañana a las nueve y media habrá un eclipse de Sol, según el señor coronel, si llueve no se verá nada al aire libre, entonces en traje de campaña el eclipse tendrá lugar en el gimnasio, hecho que no ocurre todos los días. El dará las órdenes oportunas”.
El capitán al teniente: “Por orden del señor coronel, mañana a las nueve y media en traje de campaña inauguración del eclipse de Sol en el gimnasio. El señor coronel dará las órdenes oportunas de si debe llover, hecho que no ocurre todos los días. Si hace buen tiempo y no llueve, el eclipse tendrá lugar en el patio”.
El teniente al sargento: “Mañana a las nueve y media, por orden del señor coronel lloverá en el patio del cuartel. El señor coronel en traje de campaña dará las órdenes en el gimnasio para que el eclipse se celebre en el patio”.
El sargento al cabo: “Mañana a las nueve y media, tendrá lugar el eclipse del señor coronel en traje de campaña por efecto del Sol. Si llueve en el gimnasio, hecho que no ocurre todos los días, se saldrá al patio”.
El cabo a los soldados: “Mañana, a eso de las nueve y media, parece ser que el Sol en traje de campaña eclipsará al señor coronel en el gimnasio, lástima que esto no ocurra todos los días”.

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