martes, 12 de abril de 2016

LA RATA DE BRONCE

Un hombre entra en una tienda de antigüedades y observa la figura de una rata de bronce muy realista.
No tenía la etiqueta con el precio pero como le gustó decidió comprarla.
Llamó al dueño de la tienda y: ¿Cuánto pide por esta rata de bronce?
El propietario: Doce euros por la estatua y 500 euros por la historia.
El cliente le pagó 12 euros y: Me llevo sólo la rata porque no me interesa la historia.
Salió de la tienda y caminando calle abajo observó que le empezaban a seguir una cierta cantidad de ratas reales, vivas, que salían de los escondrijos y las alcantarillas. El hombre se sintió desconcertado y empezó a caminar más rápido. Unas calles más adelante la cantidad de ratas vivas que le seguían se convirtió en una marea de animales chillando y con aspecto amenazador. Salió corriendo en dirección al mar y mirando hacia atrás vio que las ratas podían contarse ahora por millones y que corrían más y más rápido. El hombre presa del pánico se acercó al muelle y tiró al mar la figura de la rata. Asombrosamente los millones de ratas saltaron al agua y se ahogaron todas.
El hombre volvió a la tienda de antigüedades y el dueño, al verlo: Vaya, vaya, creo que ha vuelto para saber la historia, ¿no?
No, lo que quiero saber es si tiene usted también figuras de políticos y sindicalistas.

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