
Cuando el cura llega a la casa de la anciana,
se da cuenta que sobre el órgano hay un jarrón de vidrio lleno agua con un
condón flotando.
El
cura no puede creer lo que ve y trata de disimular su asombro ante la profesora.
Después
de un rato hablando sobre la vida de la anciana y haberse tomado dos cafes, el
cura sigue atónito de ver el condón flotando en la jarra de vidrio, así que no
aguanta más y decide salir de su curiosidad.
Perdona
hija pero, me podrías explicar, ¿qué es eso? (Apuntando al jarrón).
Ah,
claro que sí, es maravilloso. El año pasado estaba caminando por el pueblo y de
pronto vi, un sobrecito en el suelo que decía en letras muy pequeñas:
"Colóquelo sobre el órgano, manténgalo húmedo y prevendrá cualquier enfermedad".
Y desde entonces ni una gripe me ha dado.
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