lunes, 21 de julio de 2014

EL VALOR DE UN MARIDO

(Nadie sabe su valor hasta que lo pierde)
Tres operarios limpian las ventanas en lo alto de un rascacielos.
Uno de ellos tiene necesidad de ir urgentemente al baño y decide bajar de su andamio.
Mientras está en el baño, un viento fortísimo azota el edificio y hace precipitarse al vacío a sus dos compañeros, quienes se estrellan contra el pavimento.
Esa misma noche, nuestro amigo, que no tiene consuelo por lo ocurrido, acude con su esposa al velatorio de sus compañeros y trata de dar ánimo a las viudas, pero no encuentra suficientes palabras de aliento.
De pronto irrumpen en la sala dos señores muy circunspectos, que preguntan por las viudas y se dirigen a ellas:
Señoras: el seguro previsto por la empresa de siniestros es un cheque por un millón de euros para cada una de Vds. Tengan los cheques y reciban nuestras más profundas condolencias.
La esposa de nuestro amigo mira anonadada la escena y se dirige a su marido y le dice: ¡Claro, y el señoriiiiiito, cagando!

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