lunes, 7 de octubre de 2013

CRISIS E IMAGINACIÓN

Anoche me invitaron unas amigas a una "reunión".
Le dije a mi esposo que seguro regresaba a la casa a las 12 en punto. Te lo prometo, le dije.
Pero la reunión estaba muy interesante, había mucho alcohol, por lo que obviamente se me fue la hora.
Resulta que llegué a la casa a las 3 de la madrugada, completamente borracha.
Apenas entré, el reloj de cucú hizo 'cu-cu' tres veces.
Al darme cuenta que mi esposo se iba a despertar por ese sonido, grité 'cu-cu' otras 9 veces. Me quedé tan orgullosa y satisfecha por haber tenido de pronto, aunque borracha, una idea tan buena para evitar problemas con mi esposo.
Me acosté de lo más tranquila pensando en lo inteligente y lista que soy.
Temprano por la mañana, durante el desayuno, mi esposo me preguntó a qué hora yo había llegado! y le contesté que había llegado a las 12 como le había prometido.
Él, de momento no dijo nada ni me pareció desconfiado.
¡Qué bueno! ¡Estoy salvada! -pensé yo. Entonces él me dijo: - Debemos cambiar nuestro reloj cucú.
Le pregunté: - ¿por qué mi amor?
Y me dijo: - Bueno, anoche el reloj hizo 'cu-cu' tres veces, luego no sé como, gritó "mierda" después hizo 'cu-cu' cuatro veces más, y tosió luego hizo 'cu-cu' otras tres veces. se cagó de la risa, y otra vez hizo 'cu-cu' dos veces. Salió corriendo, pisó el gato, quebró la mesita de la esquina del living, se acostó, se tiró un pedo y se durmió.

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