Edward, está en la fila del supermercado,
cuando una rubia escultural lo saluda agitando la mano y le lanza una de
aquellas sonrisas estremecedoras.
Edward, lujurioso mira
hacia los lados, hasta que se convence que es con él. Decidido, deja la fila y
se acerca a la bella mujer. Suavemente le dice: Disculpe, ¿nos conocemos?
Ella le responde con una
sonrisa encantadora: Pues, tal vez yo esté equivocada, pero me parece que usted es
el padre de uno de mis niños.
Edward se queda boquiabierto, mientras su
memoria trabaja a toda velocidad, intentando recordar los detalles de la
"única" vez que le fue infiel a su esposa. Extrañado le dice: ¿No me diga que
usted es aquella stripper que en la despedida de soltero de mi mejor amigo en
Miami, yo le hice el amor encima de la mesa de billar, en medio de aquella
tremenda orgía, completamente borracho, mientras una de sus amigas me flagelaba?
Bueno, no exactamente, responde ella visiblemente
avergonzada.
Cuando le dije que usted es el padre de uno de mis niños, le quise decir que
soy la profesora de su hijo.
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