Una
de las bolsas tenia un agujero por el que, de vez en cuando, se caía un billete
de 100 euros.
Viendo
esto, un policía se acerca y: Señora, se le están cayendo billetes de esa bolsa.
¡Gracias por avisarme! Voy a volver para recogerlos.
¡Un momentito! ¡No tan deprisa! ¿De dónde sacó usted todo ese dinero? ¿No
lo habrá robado, verdad?
¡Oh, no! Verá: el jardín de atrás de mi casa linda con el aparcamiento del
estadio de fútbol y cada vez que hay partido y los fans quieren orinar antes de
entrar en el campo, se paran frente a los arbustos que dan a mi casa y hacen
pis sobre mis flores.
Entonces, yo me escondo detrás de los arbustos con unas tijeras de podar
bien grandes y, cada vez que alguno saca su pilila para hacer pis sobre mis flores, yo le digo:
“¡Deme 100 euros o se la corto!”
¡Oiga, no es mala la idea! ¡Le deseo que siga teniendo buena suerte! Pero,
dígame una cosa: ¿Qué hay en la otra bolsa?
Bueno… ¡No todos pagan!
No hay comentarios:
Publicar un comentario