Los griegos decian que las
mujeres tenían algo que ellos no tenian y que ellos envidiaban: ¡ASTUCIA!
A una empleada de Atención al Cliente de Virgin
Airlines en Sydney, se le tenía que haber dado un premio hace unos meses por
ser tan astuta e inteligente, pero también por decirle las cosas claras a un
cliente que probablemente tendría que haber viajado en la bodega con los equipajes.
Un abarrotado vuelo de Virgin
fue cancelado cuando el avión 767 de la compañía fue retirado por cuestiones de
seguridad. Solo había una empleada de Atención al Cliente que estaba intentado
encontrar vuelos alternativos para todos los pasajeros.
De repente, un pasajero muy
molesto se saltó la cola para ponerse delante del mostrador. Con un golpe
depositó su billete en el mostrador y dijo: Tengo que salir en el primer vuelo y tengo que ir en primera
clase.
La empleada le contestó: Lo siento mucho,
señor. Estaré encantada de ayudarle, pero antes tengo que ayudar a estos
pasajeros, que estaban antes que usted, estoy segura que lo solucionaremos.
El pasajero todavía más
molesto le gritó: ¿Usted, sabe quién soy yo?
A lo que la empleada, sin
pensarlo, tomó el micrófono y anunció: Atención por favor, su voz se escuchó por toda la
terminal, tenemos
un pasajero que no sabe quién es. Si alguien lo sabe, por favor venga a
ayudarlo, el está en el mostrador número 14.
Todos los otros pasajeros
detrás de él se morían de la risa. El pasajero miró a la empleada y le dijo: Anda y que te
jodan. A lo que ella le contestó: Lo siento señor, pero para eso también hay que
hacer cola.
De cualquier cosa que le des a
una mujer, ella hará algo fabuloso.
Dale un espermatozoide y ella
ella te dará un hijo.
Dale una casa y ella te dará
un hogar.
Dale alimentos y ella te dará
una exquisita comida.
Dale una sonrisa y ella te
dará su corazón.
Ella multiplica y engrandece
todo lo que le des. Así que si le das problemas... ¡PREPÁRATE!
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