Cuando la vida le golpee, devuélvale el
golpe... no se deje amedrentar y demuestre su pasta de ganador en todo momento.
Un
soldado uruguayo, enviado dentro de las Fuerzas de Paz de las Naciones Unidas a Bosnia, recibe una carta de su
novia desde Montevideo.
La carta decía lo siguiente:
Querido Luis:
Ya no puedo
continuar con esta relación. La distancia que nos separa es demasiado grande.
Tengo que admitir que te he sido infiel dos veces desde que te fuiste y creo
que ni tú ni yo nos merecemos esto, lo siento mucho...
Con amor, María.
PD: Por favor
devuélveme la foto que te envié.
El pobre Luis, solo en un país extraño, sintió que se
le estrujaba el alma y el corazón con la traición de su novia. Sin embargo, en
vez de dejarse llevar por el dolor empezó a recorrer el campamento pidiendo a
sus compañeros que le regalaran fotos de sus novias, hermanas, amigas, tías,
primas, etc.
Luego, hizo un enorme sobre en el que incluyó la foto
de María y todas las otras que había recolectado en su búsqueda. En total había
57 fotos en el sobre.
Acto seguido, en una hoja descuidada y con letra
puesta bastante al pasar, le escribió un breve mensaje a su ex-novia traidora.
Querida María:
Perdóname, pero no
puedo recordar quién carajo eres. Por favor, encuentra tu foto de este paquete
y me devuelves el resto apenas puedas.
Cuídate, Luis.
Moraleja: Aún en los momentos difíciles, hay que sacar la pasta de
ganador.
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