[Este desopilante relato pertenece al acta de una sesión de un
concejo municipal inglés. Está tomado de “El mundo de las matemáticas”,
de James R. Newman]
El concejal Trafford se opone al
aviso propuesto para la entrada del Parque Sur: “Prohibido introducir perros
en este parque si no van cogidos de la correa”. El concejal observó que
esta ordenanza no prohíbe al propietario soltar su perro o sus perritos de la
correa una vez entrados en el parque.
El presidente (coronel Wine): ¿Qué otra
solución propondría usted, señor concejal?
Concejal Trafford: “Prohibidos en este parque
los perros sin correa”.
Concejal Hogg: Me opongo, señor presidente. La
orden debe dirigirse a los propietarios de los perros, no a los perros.
Concejal Trafford: Una bonita objeción. Muy
bien: “Prohibida en este parque la presencia de propietarios de perros si no
los llevan de la correa”.
Concejal Hogg: Me opongo, señor presidente.
Hablando apropiadamente, eso me prohibiría, en mi calidad de propietario de
perro, dejar mi perro en el patio de casa y pasear por el parque con mi mujer.
Concejal Trafford: Señor presidente, propongo
que nuestro legalista amigo redacte él mismo el aviso.
Concejal Hogg: Señor presidente, puesto que el
concejal Trafford considera tan difícil mejorar mi propia redacción original,
acepto dar otro texto: “No se admite en este parque a nadie que no lleve a
su perro de la correa”.
Concejal Trafford: Protesto, señor presidente:
hablando apropiadamente, ese aviso me prohibiría, como ciudadano que no tiene
perro, pasear por el parque a menos que me compre antes un perro.
Concejal Hogg (algo acalorado): Bueno, es muy
sencillo: “Hay que traer los perros atados a este parque”.
Concejal
Trafford: Protesto, señor, presidente. Eso
es como una orden a todo el pueblo para que traiga sus perros al parque.
El concejal Hogg interpone una observación por la
cual se le llama al orden; tras haberla retirado, se dispone que la observación
se elimine del acta.
El presidente: Concejal Trafford, el concejal
Hogg lo ha intentado tres veces y usted sólo dos...
Concejal Trafford: “Todos los perros tienen
que estar atados en este parque”.
El presidente: Ya estoy viendo al concejal
Hogg levantarse con razón para proponer otra enmienda. ¿Me permiten ustedes que
me anticipe yo? “Todos los perros presentes en este parque tienen que estar
atados”.
Se pasó a la votación de esta última redacción y se
aprobó por unanimidad, con dos abstenciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario